Nace Milenium RADIO, un proyecto “on line”que apuesta por el medio ambiente y la justicia social.

septiembre 22, 2008

La fuerza que nos une…

La iniciativa, dirigida por el periodista ambiental y escritor Juan Carlos Ruiz, cofundador y miembro de la RIET, persigue crear una red de comunicadores para el desarrollo de habla hispana.

Santander, 22 de Septiembre 2008.

La era de las nuevas tecnologías ha globalizado nuestras vidas, pero también ha contribuido a democratizar  la comunicación entre los ciudadanos. Nuestros mensajes, nuestras inquietudes, nuestras esperanzas o nuestras preocupaciones llegan a cualquier latitud del mundo en tiempo real. Este avance y la incursión de la radio digital hacían necesario el nacimiento de un medio especializado capaz de reunir sinergias en torno a los grandes temas de debate que nos ocupan hoy día. Así surgió Milenium RADIO, un proyecto participativo, abierto a ciudadanos y organizaciones sensibilizados con los grandes retos a los que se enfrenta nuestro planeta.

Comunicadores en red

Desarrollado por Transitus Comunicación desde Santander, España, y liderado por el periodista ambiental, guionista y presentador de radio y televisión Juan Carlos Ruiz, el principal objetivo de Milenium RADIO es crear una red de comunicadores “on line” de habla hispana que, valiéndose del enorme poder de la palabra, afronten la apasionante aventura de transmitir las realidades de sus países de origen.

“Queremos crear un feedback que nos ayude a comprender esas realidades, a emprender un acercamiento a los problemas que nos unen, salvando la idiosincrasia de cada nación, y a buscar soluciones en aras de un desarrollo sostenible y equilibrado entre el norte y el sur. Tenemos herramientas y voluntad suficientes para conseguirlo. Por eso nuestro lema -y esperamos que a partir de hoy también sea el de muchos amigos de Milenium Radio- es La fuerza que no une”, explica Juan Carlos Ruiz.

Milenium RADIO es una plataforma que canaliza contenidos asociados a temáticas relacionadas con medio ambiente, cooperación, desarrollo, derechos humanos, justicia social, movimientos ciudadanos y todo tipo de proyectos culturales  conceptualizados en este marco (música, pintura, literatura, documentales, videoarte…).

Milenium RADIO facilita su humilde infraestructura -porque este proyecto nace con más voluntad que no grandes medios- para la transmisión de información y conocimiento. Por ello, cualquier iniciativa al respecto que esté desarrollándose en otros lugares del mundo resulta del interés editorial para nuestra emisora”, dice su creador y director.

Una programación especializada

La programación de Milenium RADIO, en emisión 24 horas, se asienta sobre tres pilares: información, divulgación y entretenimiento, pero en todo caso lejos del concepto comercial que persiguen las emisoras de radio convencionales.

Programas informativos, reportajes, entrevistas, microespacios y una selección musical que destaca por sus estilos (new age, étnico, jazz, clásica, chillout o autor) componen la parrilla de Milenium RADIO.

Cómo escuchar Milenium RADIO

Milenium RADIO dispone de un dirección en Internet http://mileniumradio.es.tl, que en breve migrará a http://www.mileniumradio.es, a través de la que es posible recibir la señal de su programación. Asimismo, los oyentes pueden debatir sobre los diversos temas que aborda el canal mediante un foro abierto a tal efecto. También es posible repasar algunas de las noticias más importantes relacionadas con el medio ambiente y la justicia social.

La plataforma on line de Milenium Radio, de uso muy sencillo, está abierta a aquellas organizaciones y ciudadanos que deseen transmitir información sobre sus proyectos e iniciativas, agregar sus enlaces de páginas y otras utilidades básicas.

Para completar la comunicación directa con los oyentes se ha habilitado una dirección de correo inicial mileniumradio@hotmail.com para aprovechar las excelentes oportunidades que ofrece el servicio de mensajería de MSN, aplicado al modelo de radio virtual.


Mensaje de adhesión de Francesc Valls-Calçada en apoyo a Ernesto Cardenal

septiembre 10, 2008

Asistí al Primer Encuentro de Escritores por la Tierra, celebrado en la Casa  de los tres Mundos en la bellísima ciudad de Granada, Nicaragua, en marzo de 2007, gracias a Mare Terra Fundació Mediterrània.

 

Una noche, en el patio del hotel Darío donde me alojaba, tuve el privilegio de tomar una copa con Ernesto Cardenal,  Angel Juárez y el general Humberto Ortega hermano del presidente de la república de Nicaragua. Quizás me falle la memoria de una hazaña entre magia, jet lag, vapores etílicos y nocturnidad: ¿Puede que en aquel grupo también estuviese el fotógrafo Enric Leor, el documentalista Luis Miguel Dominguez y el escritor Juan Carlos Ruiz? Puede.

 

Pues bien, en aquella ocasión Ernesto Cardenal habló sin pelos en la lengua y recriminó al general – como si se tratase de un niño malo – su riqueza. Intuí  una brecha abierta entre el padre Cardenal y los Ortega. Una brecha que se ha hecho evidente con la persecución de un personaje honesto, un gran poeta, condenado injustamente por un juicio de injurias.

En aquellos días, hubo una recepción en la Casa de los tres Mundos, una cena, donde se leyeron algunos poemas. Las magnificas voces  de Juan Carlos Ruiz y la y la actriz Mercè Rovira declamaron un poema mío que quiero dedicar en solidaridad al admirado Ernesto Cardenal.

 

El halcón que te devora el hígado  Dedicado a Ernesto Cardenal

 

Soy el campesino que labra la pobreza,

la lluvia escurridiza de los océanos

entre la aspereza de mis manos.

Galopan los raudos caballos

de climas cambiantes,

sobre el suelo de la Tierra

se derriten las nieves de los años.

Solo tengo piedras entre mis arados.

Soy el pez gordo que contamina los ríos,

el pez grande que se come al chico,

la ley del más fuerte, a gritos,

la megafonía de los supermercados.

 

Soy el niño que camina descalzo

en los días azules, entre latas y plásticos

un golfillo que se busca la vida soy.

Entre suburbios de cartones

construyo futuros y esperanzas para hoy.

 

Yo soy el soldadito del Señor del Horror.

Tengo miedo a las balas y al valor

los poderosos me arman con un fusil

para que mate los sueños de mil en mil.

Sin ninguna razón esta es mi suerte:

me alistaron en nombre de una Patria,

la lozana Señora de la Muerte.

 

Yo soy la mujer maltratada.

El eclipse de Luna en el tejado,

la cara oculta del odio cerrado.

Llevo mi blusa rasgada

por la navaja del cretino.

Soy el reposo del guerrero,

el polvo del domingo,

la calma de los celos

por un cheque de tres ceros.

Soy el bálsamo del miedo

escurridizo como el gato.

 

Soy la puta que se desnuda.

Por la paz de un minuto

me abro de piernas

de la Habana a Calcuta

entre los mares del mundo.

 

Soy aquella niña violada

por los cuervos del dinero,

por el precio de la Nada.

La heroína local

La tierna infancia perdida

entre el Bien y el Mal

en un agujero de la roca.

El caballo blanco se desboca,

la inocencia como el cristal

en los dientes de mi boca.

 

Yo soy árabe convertido en judío

en el campo de exterminio

de Auschwitz prisionero

en todas partes abandero

al pobre y al extranjero.

Soy el niño palestino muerto

en las portadas de un diario.

El halcón que te devora el hígado.

Un pobre desaparecido

en los Cielos del Océano.

Soy la madre de Sebreninka.

La sangre de las víctimas,

agonía de la raza humana.

Soy Hutu de noche

 y Tutsi de día

loco de atar

y cuerdo de morir.

Por ti, solo viviría.

 

Entre el odio y el miedo.

La carne del sufrimiento,

yo soy humano y rastrero

y vil y astuto y pendenciero.

 

El reo que vive soy.

Los suspiros de la tarde.

En el blanco corredor

de la Muerte

me siento cobarde.

Soy un truhán descalzo,

un hombre sin suerte,

sobre la tristeza de los prados

cada día es un regalo.

Ya no quiero morir

sin oler las flores del viento.

 

Soy el inocente muchacho

de su infancia y circunstancia,

el culpable de las primaveras.

El preso por decreto azotado.

El niño obrero de las minas

a las seis de la madrugada

en los laberintos de la esperanza.

La carne de cañón

del sistema sin razón.

 

Yo soy el perro pulgoso

que en las esquinas se mea.

Establezco fronteras,

provoco problemas,

y levanto alambres de espinos.

En nombre de los gobiernos

bailo con la más fea.

Yo soy el nocturno navegante

el clandestino emigrante

de los cayucos y las pateras.

El Ulises del hambre, soy,

la espalda mojada de las conciencias

entre monstruos y sirenas.

 

Yo soy el enfermo de sida

tendido en los hospitales de Troya,

soy el maricón de las tabernas de Roma.

Me insultan las ratas viejas y

se me cagan encima las palomas.

Soy poeta en Nueva York, fusilado

por los hijos del rencor.

Soy el esclavo negro y humillado,

el príncipe de África destronado

por el odio blanco entre la seda fría,

entre la cruz y la mano tendida.

Compañero de mi Soledad

alzo la dorada cerveza

y brindo por la humanidad entera

con la espuma de la tristeza.

 

Soy un beso en Nicaragua,

un abrazo en Brasil, soy,

humano entre los humanos,

hermano de mis hermanos.

 

Soy el indio de las selvas tropicales

duermo en las extensiones vegetales

de nuestra memoria colectiva.

Soy un tapir y un hombre lobo,

la tiña de los forestales, soy.

Soy Cristo crucificado en televisión

Mahoma revelado en los tribunales

Gandhi mil veces denostado.

Soy Martin Luter King

soñando ser soñado.

 

Francesc Valls-Calçada ,  Tarragona.


“Sobre Ernesto Cardenal y el rosario de despropósitos de Daniel Ortega” Por: Juan Carlos Ruiz

septiembre 6, 2008

 

 

Ya lo decía el poeta: al corazón del amigo, ¡abre la muralla! Y parafraseando sus versos, aquí deberíamos añadir…a los despropósitos de un pequeño fascista, ¡cierra la muralla! Pero, afortunadamente, no tendremos que descarnarnos las manos construyendo murallas, porque el cerco se reduce un poco más para Ortega, cada día que pasa. Cae por su propio peso…¡Alabado sea Dios, el Dios del Sandinismo Verdadero! Ese Dios que no le pertenece a aquel que se ceba con débil.

 

Las cuentas de mi rosario se van agotando, oración por oración por el Padre Cardenal, de la misma forma que el ocaso apaga la furia del imperio, espetada por ese monstruo bicéfalo llamado «Murteguismo», como diría mi admirada Gioconda Belli.

 

El último episodio del culebrón protagonizado por Ortega y su partenaire, la todopoderosa Rosario Murillo, tiene título propio: “Dos piojos resucitados en apuros”. Sí, en mi país llamamos piojos resucitados a aquellos que habiéndose codeado con el pueblo llano, con la clase más humilde de la sociedad, un buen día se sumaron a los privilegios del poder para llenar sus bolsillos. Son los pijos falsos en España. Los que no tenían donde caerse muertos y tomaron la poltrona para enriquecerse a costa del pueblo soberano. ¿Y por qué…en apuros? Porque hace tiempo Daniel Ortega y Rosario Murillo fueron desenmascarados por la valiente sociedad nicaragüense. Sólo queda dar el gran paso o la gran patada en el culo o el pisotón al los dos piojos resucitados, con cuidado de no mancharse, claro. Pero de eso se encargaran las urnas y el electorado.

 

En cualquier caso, sirva la metáfora para explicar que sólo un támden de este pelo podía caer en el craso error de atacar a quien un día se erigió en el gran referente cultural del Sandinismo Puro, fuera y dentro de Nicaragua: Ernesto Cardenal. ¿Qué ha hecho ahora el poeta? ¿decir la verdad? ¿esa es la razón para una condena política, injusta y pendenciara?

 

Hace tiempo que la ética y la moral se esfumaron de la alcoba presidencial. ¡Qué lástima! Todos sabíamos que tarde o temprano ocurriría lo que ahora vemos estupefactos, porque todo ladrón cree que el resto es de su condición. El que no la hace,  no la teme. Pero tantos años yendo el cántaro a la fuente, al final se rompe. Y eso pasa con el aparato de poder de Ortega, que se fractura a marchas forzadas. No sólo los críticos al gobierno lo dicen, sino que empieza a haber voces que desde la sombra, cercanas a la pareja infeliz, empiezan a condenar sus acciones. Y ese es el claro síntoma de que Nicaragua necesita un cambio político inminente, aires renovados para ventilar las vidas de los nicaragüenses atufados por el pestilente olor de la bestia Murtegista. 

 

Nadie, ni aquí ni allá, comprende cómo semejante proceso contra Ernesto Cardenal puede estar teledirigido por quienes se dicen progresistas, por quienes se supone que arriesgaron sus vidas, desde la izquierda más luchadora,  en tiempos de la Revolución Sandinista.  Resulta contradictorio. Y al final, los beneficiados serán los mismos de siempre, pero no Ortega ni Murillo, sino aquellos que aprovechan la flaqueza y la crispación para buscar su silla.

 

¿Está Daniel Ortega dispuesto a esto? ¿quiere usted una Nicaragua tomada por la derecha reaccionaria? Pues siga atacando al Padre Cardenal… Podemos alargar la campaña de apoyo al poeta cuanto usted desee, pero tenga la seguridad que, en muy poco tiempo, sus despropósitos verán llegar la factura del pueblo inteligente.

 

Que usted, Daniel Ortega, no se pronuncié a favor de Ernesto Cardenal y frene la persecución emprendida dice mucho de su bajeza humana. Sea valiente y ponga fin a este desencuentro. ¿Qué respeto tiene usted a sus mayores? ¿atacar a un anciano de 83 años es profesar amor? Yo lo llamo cobardía. ¿Esos son los valores  evangélicos que usted aprendió? ¿eso es lo que le enseñó el espíritu de Solentiname? Hágaselo mirar…porque algo no funciona, señor Ortega. Por encima de todo somos personas, no perros rabiosos…

 

Señor, hágase tu voluntad y líbranos de aquel que mal predica con el ejemplo…

 

¡Viva Nicaragua LIBRE!

 

Amén.

 

 

Juan Carlos Ruiz

Periodista y escritor.

Co-fundador y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra

www.juancarlosruiz.net

http://juancarlosruizblog.wordpress.com

 


Video Campaña Internacional de Apoyo a Ernesto Cardenal. Red Internacional de Escriores por la Tierra – MareTerra Fundació Mediterrània

agosto 31, 2008